03/09 - Interés para la salud

¿Cuáles pueden ser las consecuencias del consumo regular de alcohol en el hígado?

Una de las consecuencias más conocidas del consumo crónico de alcohol es la enfermedad hepática, pero también hay que tener en cuenta que puede ocasionar cardiopatías, enfermedades neurológicas y enfermedades psiquiátricas.

 

Desde el Servicio de Hepatología Clínica explican que un consumo regular de cierta cantidad de alcohol, que no tiene que ser mucha, por un tiempo prolongado y sostenido, puede ser causa de daño hepático. La cantidad de alcohol necesaria para dañar el hígado depende del tipo de bebida que se consume, ya que las bebidas blancas tienen más graduación alcohólica.

 

Hay algunas personas que son más susceptibles que otras, y las mujeres son más sensibles al desarrollar en forma más temprana daño hepático por alcohol.

 

La gente cree que para tener cirrosis hepática o enfermedad hepática por alcohol necesita ser un alcohólico con todo el síndrome de dependencia al alcohol. Por este motivo hay muchos pacientes que se sorprenden con el diagnóstico. Pero es importante saber que tener un consumo regular de alcohol durante una determinada cantidad de tiempo puede provicar daño repetitivo sobre las células hepáticas, lo que lleva a cambios morfológicos y puede causar cirrosis.

 

Según un informe mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Argentina es el 5° país de las Américas con la tasa más alta de consumo de alcohol per cápita.

 

IMPORTANCIA DE DEJAR EL ALCOHOL

En algunas etapas y en muchos de los pacientes cuando se elimina el consumo de alcohol el daño hepático se puede revertir. Por eso es tan importante informarse.

 

Hay que saber que podés sufrir daño, y si tenés un consumo regular de alcohol tenés que saber si ya tenés daño hepático. Y también es importante conocer que alejando el consumo de alcohol –  que es el tóxico directo-, quizás las funciones hepáticas y los cambios estructurales se reviertan. 

 

Es importante preguntarle al médico cómo está mí hígado. Hay pacientes que consumen alcohol regularmente y piden saber cuál es el estado de su hígado. En esos casos se puede hacer un control de rutina y que el paciente tome la decisión de alejar un tóxico que con el tiempo le puede generar un daño, que a veces puede ser reversible y a veces no.