15/02 - Interés para la salud

15 de febrero: “Día Internacional del Cáncer Infantil”

Cada 15 de febrero se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Cáncer Infantil, instituido por la Organización Internacional de Padres de Niños con Cáncer en Luxemburgo en el año 2001. Según informa la Sociedad Argentina de pediatría (SAP), la jornada tiene como objetivo recordar a los niños afectados por esta enfermedad, sensibilizar y concientizar a la comunidad respecto de la importancia de este problema y de la necesidad de un acceso rápido al diagnóstico y tratamiento adecuado.

Posibles síntomas relacionados con el cáncer:

1.-Fiebre, pérdida de peso y apetito, palidez, astenia, sangrados o hematomas espontáneos, persistentes e inexplicables.
2.-Tumoraciones en abdomen, pelvis, cuello y cabeza, extremidades, testículos, adenomegalias.
3.-Dolor óseo, articular, fracturas espontáneas.
4.-Leucocoria, estrabismo, ceguera o pérdida de visión, protuberancia del globo ocular.
5.-Signos neurológicos como cambios de conducta, disminución del rendimiento escolar, trastornos de equilibrio, marcha, cefalea, aumento del perímetro cefálico, convulsiones.
6.-Vómitos matinales, estados febriles recurrentes no relacionados con infecciones.

 

La tasa global estimada de curación en Argentina es de alrededor de un 60%.

 

El Comité de Oncología de la SAP afirma que se desconocen las causas de la mayoría de los cánceres de la niñez, y en la mayor parte no pueden prevenirse. En pocos casos, los niños tienen un riesgo mayor de padecer cierto cáncer debido a mutaciones genéticas heredadas.

 

La detección temprana del cáncer, el diagnóstico oportuno y el correcto manejo de la enfermedad pueden mejorar el pronóstico del niño y aumentar las posibilidades de cura. El diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en el pronóstico y en los efectos secundarios a largo plazo.

 

La Detección precoz tiene como objetivos:

  • Mejorar el pronóstico del niño y disminuir la mortalidad precoz.
  • Tratamiento de menor intensidad para disminuir la toxicidad.
  • Disminuir secuelas orgánicas y psicológicas.
  • Menor costo económico.

Para esto, es primordial el rol del médico pediatra en la detección de la patología.