La Dra. Bárbara Pinochi, Especialista en Medicinas del Dolor, explica que la Ley Nacional de Cuidados Paliativos propone garantizar la atención interdisciplinaria e integral de quienes afrontan una enfermedad crónica o degenerativa. Plantea un enfoque humanitario que coloca a la Argentina a la vanguardia en el acceso de un nuevo derecho: aliviar el dolor físico, emocional y espiritual de personas con afecciones potencialmente mortales. Propone evitar el exceso de hospitalizaciones cuando sean innecesarias.

Bajo esta premisa, se busca promover una atención médica con un abordaje que responda a diferentes aristas del ser humano. Se trata de mejorar la calidad de vida durante los últimos años, utilizando diversas estrategias para aliviar el dolor (físico, psíquico, moral) y las angustias, teniendo como objetivo el cuidado de paciente y su familia.

Las enfermedades crónicas suelen hacer claudicar a las familias, modifican rutinas laborales, estructura económica. Un familiar suele cumplir el rol de cuidador principal, que suele agotarse, angustiarse.

Esta norma también busca quebrar el tabú que significa la muerte y concebirla como un eslabón más en el proceso normal de la vida. Deberíamos aceptar que todos vamos a morir y a partir de allí garantizar condiciones de dignidad. La medicina paliativa contribuye a esa dignidad: reconoce a la enfermedad terminal, brinda tratamiento analgésico adecuado y se comparte información necesaria al paciente y su familia.

40 millones de personas en el mundo requieren cuidados paliativos, solo el 14% lo reciben. El 80% de las personas con SIDA o Cáncer y el 6% de enfermedades cardiovasculares o pulmonares tendrán dolor en el fin de sus vidas.