08/03 - Institucional

Enfermera de vocación

Yesica Antocci es enfermera profesional y hace 8 años que trabaja en la clínica. Ha pasado por diversos sectores, pero su lugar favorito es el primer piso.

 

Al recordar sus comienzos, Yesica cuenta que empezó en el turno tarde, pero luego tuvo que pasar a la mañana para ayudar a una enfermera que ya se jubiló, Silvia Sevillano, quien no podía hacer fuerza por un problema en el hombro. “Yo salí de la universidad y entré a trabajar acá. Tenía la teoría pero me faltaba la experiencia. Silvia me enseñó mucho, fue una gran experiencia tener que acompañarla. Muchas de las cosas que ahora se me las enseñó ella. Hoy en día somos amigas, al igual que con Silvina Muñoz (quien actualmente trabaja en Neo), quien fue otra de mis maestras en este lugar”.

 

Al ser consultada por el motivo que la llevó a estudiar Enfermería, ella cuenta que al terminar el secundario estaba muy perdida y no sabía qué hacer. Se hizo un test vocacional y le salió que tenía aptitud para todo lo relacionado a la salud. Como no se quería ir de la ciudad, optó por comenzar la carrera de Enfermería. “Ya el primer día de práctica pensé ´esto es lo mío, me encanta. Esto es lo que tengo que hacer, es mí futuro´. Elegiría una y mil veces a la enfermería”.

 

Yesica se recibió de Enfermera Profesional en la Universidad Nacional de Mar del Plata en diciembre de 2009, y actualmente está finalizando la Licenciatura en Enfermería. “Este año termino mi tesis”, afirma.

 

Por los horarios de cursada de la licenciatura, hace casi 6 años que pasó al turno noche. “Vivís un poco al revés, al principio me costó, pero después te vas acostumbrando. Hoy en día para mí es normal estar despierta de noche. Además, me gusta porque el de la noche es un grupo muy lindo, muy compañero. Quizás porque somos menos somos muy unidos, como una gran familia. Todos los días vengo contenta a trabajar”.

 

LA MUJER EN UNA INSTITUCIÓN DE SALUD

 

Jesica afirma que el mundo de la salud siempre fue muy machista, pero esto ha cambiado muchísimo.

“Siento que las mujeres estamos más empoderadas. No sé si es la misma profesión que te empodera, porque siento que hacemos más fuerza todas las enfermeras juntas. Entre nosotras nos apoyamos mucho, y es muy lindo, y un orgullo muy grande, ser enfermera profesional”.

 

“Hoy en día siento que la mujer está en otra posición, en todos los aspectos. En la clínica nos cuidan mucho, nuestros compañeros nos defienden mucho. Pero antes, si no venía un hombre parecía que no se podía poner orden. En cambio, ahora sí podemos. Nos animamos más, y a la vez nos tienen más respeto”.