26/10 - Institucional

75º Aniversario | Una paciente de toda la vida

Ana María Schnass tiene 82 años y desde hace 66 años que se atiende en la Clínica Pueyrredon, lugar al que siempre elige por destacarse por su buena atención.

 

Según muestra el carné de asociada de la Clínica que todavía conserva ingresó en agosto de 1953. “Mi mamá era asmática y se atendía acá. Como estaba muy conforme con la atención ella fue la que me trajo a esta institución”, señala Ana María.

 

A los 16 años era paciente del Dr. Juan Tesone. “Aparentemente tenía un problema en los riñones y no podía caminar, me costaba mucho. Después confirmaron que el problema estaba en la garganta y eso me producía infecciones en los riñones, lo que me complicaba la parte motriz”, explicó Schnass.

 

Con los años siguió eligiendo la Clínica, pero durante un tiempo por cuestiones de obra social tuvo que atenderse en otros lugares. “Con las vueltas de la vida pude volver a la Clínica Pueyrredon. A mí marido siempre le decía que ni bien pudiéramos íbamos a volver”, recuerda Ana María.

 

“Siempre quisimos volver por la gran atención que tuvieron con nosotros y con nuestros familiares -agrega-, especialmente con mi sobrina. Acá se atendió mi sobrina que tuvo cáncer, y la atención fue extraordinaria, era paciente del Dr. Bracco. Esas cosas te tocan mucho, y ella adoraba esta clínica”. 

 

Ana María cuenta que “cuando pudimos volver me recomendaron al Dr. Fortuna y desde entonces que es mí médico de cabecera, también lo fue de mí marido hasta que falleció. En 2015 a Santiago, mi esposo, le diagnosticaron pulmones fibrosos y falleció luego de estar internado 10 días en terapia intensiva. Fue algo repentino, ya que de un momento a otro se empezó a sentir mal y a tener dificultad para respirar. Ni siquiera llamé a mis hijos, lo primero que hice fue subirlo a un taxi y traerlo a la clínica. Me dijeron que no se podía hacer nada, pero a pesar del doloroso momento destaco la atención que recibió él y la familia, la terapia intensiva es de lo mejor”. 

 

Ana María también estuvo internada en la Clínica, hace algunos años por un divertículo, y el 11 de marzo de 2019 el Dr. Fadón le colocó una prótesis de rodilla. “Siempre estuve muy bien atendida, si bien con los años el lugar ha cambiado mucho, antes la Clínica era mucho más chiquita, la atención siempre fue de lo mejor”, finaliza.