01/11 - Interés para la salud

Gripe: por qué hay que vacunarse

 

La gripe es una infección vírica que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. La infección dura generalmente una semana y se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea y malestar general importante, tos seca, dolor de garganta y rinitis.

 

Si bien en muchos casos la gripe puede cursar sin complicaciones, en algunos puede conducir a complicaciones graves que lleven a la hospitalización y, en ocasiones, al fallecimiento, principalmente en personas de mayor edad, en niños menores de 2 años, y personas de cualquier edad con factores de riesgo (enfermedades o condiciones especiales), es por ello que prestarle atención a los síntomas y actuar en consecuencia es importante.

 

El virus se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotículas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. La gripe suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales; la vacunación de la población, especialmente la de riesgo, es la principal herramienta de control de una posible epidemia.

 

A diferencia de lo que muchos creen, la vacuna no contiene el virus de la gripe “vivo”, por lo que no hay ninguna posibilidad de que la misma transmita la enfermedad. La vacuna previene contra la aparición de la enfermedad producida por el virus de la gripe. Hay muchos otros virus respiratorios, entre ellos los del resfrío común, que en ocasiones pueden producir síntomas que se confundan con los de la gripe.

 

La vacuna antigripal es una vacuna inactivada y se puede administrar simultáneamente con cualquier otra vacuna. Es muy frecuente que las personas que tienen indicación de recibir vacuna antigripal también deban recibir la vacuna antineumocócica, esto es particularmente frecuente en adultos y no se debe perder la oportunidad de administrar ambas vacunas si es necesario.

 

Si bien lo óptimo es vacunarse antes del inicio del invierno, mientras haya circulación del virus, las personas de los grupos de riesgo que no hayan sido vacunadas deberán recibirla para estar protegidas en adelante.

 

La vacuna otorga defensas que protegen contra el virus de la gripe que circula ese año, por lo tanto la vacuna debe administrarse anualmente.