El primer martes de cada mes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma. Este año el lema es “Nunca Demasiado Pronto, Nunca Demasiado Tarde” para sensibilizarnos a todos de que siempre es tiempo para sanar las vías respiratorias. Aprovechamos esta fecha para hablar con el Servicio de Neumonología sobre esta enfermedad crónica del sistema respiratorio, que es de las más frecuentes dentro del consultorio de neumonología.

El asma es una enfermedad que se caracteriza por una inflamación crónica de la vía aérea, que puede estar acompañada o no de obstrucción de la misma. Si bien no se cura, con un diagnóstico y tratamientos adecuados, se puede llevar una vida saludable sin limitaciones.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que hay 235 millones de personas con asma, y es la enfermedad no transmisible más frecuente en los niños. En Argentina se estima que alrededor de 4 millones de personas la padecen, y cada año mueren 400 personas a causa de esta afección.

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
Desde el Servicio de Neumonología explicaron que cuando un paciente llega al consultorio se le realizan una serie de preguntas para poder caracterizarlo y descubrir los disparadores. Es importante conocer sus hábitos, hobbies, si fuma, la medicación que toma, comorbilidades que tiene, en donde trabaja, antecedentes familiares de asma (padre, madre, hermanos o abuelos).

Luego se le realizan estudios. Uno de los más importantes es la espirometría, que es un estudio de función pulmonar, en donde se evalúan algunos volúmenes pulmonares.

Luego se le realiza una placa para ver que no haya daño estructural. Hay pacientes que tienen un diagnóstico errado de asma. Sí en la placa se observa daño estructural (por ejemplo, un pulmón secuelado o bronquiectasias), eso ya no es asma, es otro tipo de enfermedad obstructiva.

Después se pide un laboratorio donde se integra la inmunoglobulina y los eosinófilos, para conocer los marcadores inflamatorios que tiene.

Con todos los resultados de los estudios se puede saber si ese paciente tiene la capacidad pulmonar conservada, si tiene un grado de obstrucción, y, en caso de que lo tenga, qué severidad presenta.

SÍNTOMAS
– Tos seca
– Falta de aire
– Silbidos en el pecho
– Dolor torácico

DESENCADENANTES DEL ASMA:
– Humo: de cigarrillo, de leña, de industrias químicas y contaminación ambiental.
– Alérgenos como los pólenes, los mohos, ácaros del polvo, pelos de mascotas; alimentarios; ocupacionales; otros (colorantes, aditivos, sulfitos)
– Reflujo gastroesofágico
– Poliposis nasal
– Goteo post nasal secundario de una rinitis crónica
– Ejercicio físico
– Cambios de clima
– Estrés