29/08 - Institucional

El trabajo en equipo salva vidas

El trabajo de salud necesita de todos. Al equipo de trabajo lo conforman no sólo los médicos y el servicio de enfermería, sino también las mucamas, los camilleros, administrativos y todas las personas y profesionales que hacen un trabajo silencioso e indispensable. Este trabajo de equipo se hace notar ante las situaciones de emergencia, hace la diferencia en esos instantes –minutos– en que se detecta la emergencia y el médico se presenta para resolver la cuestión urgente que no puede esperar. Sirve para ejemplificar la idea el caso de cuatro enfermeras y dos mucamas de la institución que trabajaron conjuntamente durante los primeros minutos de una emergencia que tuvo lugar en una habitación de la clínica, habitación donde una madre había dado a luz a su primer hijo con total normalidad.

Lo primero que hacen las enfermeras de Maternidad es controlar los signos vitales de las madres, ver que no estén hipotensas ni hipertensas, y chequear si el útero está tónico. Un útero tónico y en descenso es un útero duro y que va descendiendo de a poco para volver a su lugar. “Si el útero está blando hay que masajearlo para darle tonicidad, porque el útero blando sangra mucho”, explica la enfermera Dora Vera.

“A las madres siempre se les explica detalle por detalle cómo va a ser el proceso cuándo vuelven de quirófano, la importancia de que no se levanten inmediatamente. Por norma general se les recomienda esperar al menos 6 horas antes de intentar levantarse, medida que evita una hipotensión temprana y sus consecuencias: si se hipotensan su recuperación se hace lenta y errática”, explica la enfermera Virginia Valussi. “También se les explican cuáles son las pautas de alarma, como por ejemplo si tienen dolor, si están sudorosas. Es importante que ellas entiendan, sino se les vuelve a explicar todas las veces que sean necesarias”, agrega.

En este caso en particular, la enfermera Clide Agüero concurrió para controlar a la reciente mamá y ésta le refirió sentirse mal, “como si le hubiese bajado la presión”. La paciente, sudorosa y pálida, además, le refirió que le parecía estar sangrando mucho. Ante la posibilidad de enfrentarse a una atonía uterina, la enfermera profesional activó el protocolo de emergencia e inmediatamente todo el equipo de Enfermería junto a las mucamas comenzó a trabajar en conjunto para resolver la contingencia que ponía en riesgo la vida de la mamá.

“Cuando ocurre una urgencia participamos todas, independientemente si somos de un piso o de otro y de los cargos jerárquicos. Esto es lo que me gusta de este lugar, la comodidad con la que trabajas, el apoyo de las supervisoras. Es muy importante que una supervisora venga y te pregunte si te sentís bien en tu lugar de trabajo. Una se siente contenida y apoyada, sentís que tenés un respaldo. Eso para mí es muy importante”, afirma la enfermera Vera.

La enfermera Clide Agüero se quedó junto a la paciente y masajeó el útero para lograr que se distendiera, se relajara y dejara de sangrar. Otra enfermera llamó a la Dra. Elena Casal, obstetra que había intervenido en el parto, mientras otras enfermeras trajeron una vía paralela a la que ya tenía para expandirla, buscaron el saturómetro y prepararon la medicación. En 20 minutos de trabajo coordinado lograron estabilizar a la paciente y salvarle la vida.

Pero el trabajo no termina ahí. Contenida la paciente, tranquilizados sus familiares y terminada la atención médica, comienza el trabajo de restaurar la normalidad. Y no solo eso, las enfermeras resaltaron el acompañamiento en todo momento de las mucamas. “Si necesitamos algo siempre están con nosotras, ellas nos limpiaron toda la habitación, nos ayudan continuamente y siempre contamos con ellas cuando tenemos alguna emergencia obstétrica”, destacó Clide Aguero.

 “Las enfermeras llevaron a la habitación todo lo que les hacía falta y nosotras íbamos a buscar lo que nos pedían. Las ayudamos a organizar la habitación, y siempre estamos a disposición para trabajar en equipo”, relató la mucama Sheila Forgues.

Por su parte, la mucama Valeria Amaro contó que “siempre tratamos de ayudar a las enfermeras en lo que sea. Hacemos todo lo que esté a nuestro alcance cuando ellas están ocupadas, como atender el teléfono, el timbre, responder alguna pregunta de un familiar. Tratamos de ayudar en todo lo que podemos”.

La enfermera Nolasco contó que a la paciente se le tuvo que hacer transfusión de sangre y plasma. “Estuvo un día más internada y después se fue bárbara. La Dra. Casal nos felicitó por la actuación en equipo y por cómo habíamos resuelto la emergencia”.

La mamá de la paciente también felicitó a todo el equipo al día siguiente y se mostró muy agradecida por el trato recibido. “Al otro día ellas recién tomaron noción de la gravedad de lo que había pasado y de lo que pudo pasar de no haber actuado a tiempo”, finalizaron las profesionales de la salud.

En el caso al que hacemos referencia intervinieron las enfermeras de Maternidad Clide Agüero y Virginia Valussi, la enfermera de Pediatría Dora Vera, la enfermera de Nursery Ana Nolasco, y las mucamas Sheila Forgues y Valeria Amaro. A ellas, nuestro reconocimiento.