Epilepsia
La epilepsia es la predisposición a repetir convulsiones. No se habla de una patología, sino de un síndrome. Un síndrome es una manifestación de signos, y en este caso son las convulsiones. Puede tener epilepsia un paciente tiene una frecuencia de una crisis cada 10 años y uno que tiene 8 crisis por día.
El Dr. Leonel Migliacci, Especialista en Neurología, indica que para decir que alguien es epiléptico tiene que haber hecho por lo menos dos convulsiones, o tener una patología que da convulsiones, como por ejemplo puede ser un tumor en una zona epileptogénica.
El paciente generalmente consulta con el neurólogo luego de la primera convulsión. Pero haber tenido una sola convulsión no implica tener epilepsia, ya que uno puede hacer una convulsión por muchas causas, como por ejemplo una infección, deshidratación, alteración metabólica, intoxicación alcohólica, etc.
Básicamente el diagnóstico de epilepsia surge ante la necesidad de medicar. Ante una convulsión se evalúa antes de medicar si el paciente es epiléptico, es decir si tiene la predisposición para volver a tener una convulsión. Si no es epiléptico y solo tuvo un episodio, no es necesario medicar a largo plazo.
DIAGNÓSTICO
¿Cómo se puede demostrar esa predisposición a hacer convulsiones? al haber tenido más de una convulsión, luego de una resonancia o un electroencefalograma alterado, o que surja algo en el examen neurológico.
TIPOS DE CRISIS
La epilepsia puede ser idiopática, es decir que no se conoce la causa y se espera que el paciente solo tenga convulsiones, ya que los estudios médicos le dan bien. Puede ser probablemente sintomática, es decir, que todavía no se determinó la causa pero el médico sospecha que algo puede haber. O puede ser una epilepsia secundaria o sintomática, es decir que uno ya sabe la causa, como por ejemplo haber sufrido un ACV, tener un tumor, un traumatismo de cráneo, patologías degenerativas como las demencias, entre otras. Conocer el tipo de crisis es útil, ya que eso determinará qué tipo de medicación tiene que tomar el paciente.
A su vez, la epilepsia puede diferenciarse en cuanto a la manifestación de las convulsiones, estas pueden ser generalizadas o parciales.
Las generalizadas se dan cuando ambos lados del cuerpo manifiestan síntomas. Se produce una pérdida brusca de conocimiento, que motiva la caída al suelo si se está de pie. Además provoca rigidez de todo el cuerpo en un inicio (fase tónica) y después movimientos rítmicos de todo el cuerpo (fase clónica). Durante este tipo de crisis epiléptica se puede producir mordedura de la lengua y expulsión de orina. Cuando termina el episodio aparece lo que es el periodo postictal, que es la recuperación, donde el paciente queda muy cansado, con dolores de cabeza y de cuerpo.
La convulsión implica una descarga en una parte del cerebro que tiende a sincronizarse o difundirse en todo el cerebro y producir la epilepsia generalizada. O puede quedarse limitada la difusión a una parte, ya sea a un hemisferio o a una parte de ese hemisferio, y producir una crisis parcial. En este caso las manifestaciones son en una parte del cuerpo. Por ejemplo, la persona se puede quedar sin hablar, puede perder el control del movimiento de una mano o pierna, etc.
¿CÓMO DEBEN SER LOS PRIMEROS AUXILIOS ANTE UNA CRISIS CONVULSIVA?
El paciente en el momento en que inicia la crisis tiene un espasmo de la laringe por lo que puede hacer un grito y se contrae la mandíbula. Generalmente en este momento es cuando se muerde la lengua. El paciente en la fase tónica, que es la fase inicial y puede durar varios segundos, está con la mandíbula totalmente contraída, por lo que si uno mete la mano en la boca se puede lesionar, puede lastimar al paciente, y esto no sirve para nada. Por más que se vea sangre, porque la persona ya se mordió la lengua, no hay reportes de que haya habido lesiones graves o que alguien se haya ahogado con su propia lengua.
Es cierto que el paciente puede hacer algunos movimientos que asemejan que se está ahogando, pero realmente no se está ahogando con su lengua. Está contraindicado meterle algo en la boca al paciente.
Lo que si hay que hacer es protegerle la cabeza para que no se golpe durante la crisis. Más allá de que uno quiera contener al paciente, no hay nada que pueda hacer desde lo externo para frenar la convulsión.
Las crisis en general duran un minuto, y como máximo pueden durar 3 minutos. Si el paciente sigue convulsionando más tiempo ya se habla de otro cuadro.
Una vez que el paciente deja de moverse empieza el periodo postictal. En las epilepsias generalizadas el paciente pude vomitar, porque lo es importante no dejarlo boca arriba. Se recomienda poner al paciente de costado (no sentarlo), para que en el caso de que haya vomito el paciente no lo aspire.
En este periodo los pacientes se duermen por el cansancio que les produjo la convulsión. Y si uno decide despertarlo tiene que saber que puede hacerlo con agresividad ya que todavía está con el cerebro afectado en forma completa y no puede ubicarse en tiempo ni espacio. Va a estar muy a la defensiva y puede sentirse agredido. Lo ideal es esperarlo, no estimularlo demasiado y dejarlo descansar.
En el caso de que se sepa que el paciente es epiléptico no es necesario llevarlo al médico de urgencia. Si tendrá que ir luego a su neurólogo para que le regule la medicación. En cambio, si es la primera o segunda convulsión que tiene y todavía no está definido su cuadro, si es necesario acudir de urgencia para descartar otra patología, como por ejemplo un ACV.