El esguince de tobillo es una de las lesiones más conocidas por la población, pero no siempre es tratada como corresponde. Por este motivo, desde el Servicio de Traumatología nos explican todo lo que hay que saber sobre esta dolencia.

El esguince de tobillo es un movimiento forzado de torcedura de la articulación que provoca la lesión total o parcial de los ligamentos y la cápsula de la articulación.

Uno de los mecanismos más frecuente es la inversión, es decir la torcedura hacia adentro, con tumefacción, dolor variable, de acuerdo a la distensión ligamentaria y gravedad del esguince. Se lo observa en pacientes deportistas, trabajadores, mujeres con calzado alto o simplemente en accidentes de la vida cotidiana.

El reposo con el pie en alto, la colocación de hielo, vendaje elástico, analgésicos, rehabilitación e incluso la inmovilización son algunos de los tratamientos.

Siempre es recomendable ver a un traumatólogo para que evalúe correctamente la patología y que indique el tratamiento adecuado. Un tobillo que no se rehabilitó adecuadamente puede terminar con inestabilidad crónica.

La radiografía de tobillo es el estudio de elección para iniciar la evaluación con imágenes. Además, muchas veces es necesario realizar una resonancia o tomografía, a fin de obtener mayor información acerca de ligamentos y probables fracturas.

Es importante saber que es necesario al menos 3 semanas para una recuperación completa y siempre siguiendo los cuidados e indicaciones dadas por el profesional a cargo.