23/04 - Interés para la salud

Gripe: cuidémonos entre todos

La gripe es una enfermedad infecciosa transmitida por un virus, se presenta habitualmente en los meses más fríos del año y puede comprometer a todas las personas independientemente de la edad.  Por eso, desde el Servicio de Infectología nos indican que el otoño es el momento ideal para vacunarnos y esperar prevenidos a las bajas temperaturas.

 

Es muy habitual confundir a la gripe con un resfrío común, por eso es importante diferenciarlos. La gripe es una enfermedad inhabilitante para las actividades de la vida diaria. Nadie que tiene verdaderamente gripe puede salir de su casa e ir a trabajar normalmente, es una enfermedad que te pide reposo. En cambio, el catarro de vía aérea superior o el resfrío, están producidos por otros virus que no son el de la gripe. Estos tienen un  cuadro de catarro, algún grado de malestar, fiebre menor, y en general, son más leves y se pueden sobrellevar mejor.

 

SÍNTOMAS DE LA GRIPE

– Fiebre mayor a 38°C.

– Tos.

– Congestión nasal y rinorrea.

– Dolor retroocular, de garganta, de cabeza y muscular.

– Malestar generalizado.

 

¿QUIÉNES DEBEN VACUNARSE?

– Personal de la salud

– Embarazadas, en cualquier momento de la gestación.

– Todos los niños de 6 a 24 meses (deben recibir dos dosis separadas por al menos 4 semanas).

– Niños y adultos de 2 años a 64 años con enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos y trasplantados, personas obesas con índice de masa corporal mayor a 40, diabéticos, y personas con insuficiencia renal crónica en diálisis.

– Personas mayores de 65 años.

– Convivientes de enfermos oncohematológicos.

– Convivientes de bebés prematuros menores de 1.500 g. entre otros.

 

¿Cómo se puede prevenir?

– Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.

– Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.

– Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados.

 

VACUNA ANTIGRIPAL

La vacuna antigripal previene las formas graves de gripe, pero no evita completamente la ocurrencia de la gripe. Además, disminuye la cantidad de días en los que la persona se siente enferma. Al reducir las complicaciones graves o las internaciones, baja la mortalidad.

Es una vacuna que se aplica una sola vez al año, en el brazo, en forma intramuscular. Está indicada todos los otoños, para estar preparados para cuando empieza a circular el virus de la gripe, que en general está relacionado con las bajas temperaturas de la época invernal.

La vacuna tarda alrededor de 2 semanas en lograr la protección, ya que requiere de un proceso interno de fabricación de anticuerpos. Como las personas mayores tienen menos respuesta al estímulo de la vacunación, hay que vacunarlos cuanto antes.

Desde la pandemia de Gripe A de 2009, la vacuna antigripal, independientemente de su marca comercial, tiene incluida la cepa H1N1.

 

Desde el Servicio de Infectología afirman que es inadmisible decir que la vacuna antigripal provoca la gripe. Es imposible enfermarse de gripe por vacunarse, ya que la vacuna de la gripe está fabricada con virus inactivados. Lo que sí produce es un estímulo al sistema inmunológico para que tu organismo, una vez que estás vacunado, comience a fabricar anticuerpos para defenderte si el virus de la gripe pasa por delante de tuyo.