03/08 - Interés para la salud

Hablemos de los duelos

El duelo es la reacción normal frente a una pérdida significativa, muerte de un ser querido, fin de una relación amorosa, cese de un empleo, crecimiento de los hijos, fin de una etapa de la vida, entre tantos modos de presentarse una pérdida.

 

Desde el Servicio de Psicología explican que el concepto de duelo está a su vez atravesado por el modo en que una sociedad aborda la temática de la muerte y por la dimensión absolutamente individual y singular de cada caso.

 

Sin embargo, aunque es una reacción normal, el duelo conlleva una ardua tarea, llamada trabajo del duelo, el cual contiene distintos tiempos. 

 

Es decir que el duelo conlleva un esfuerzo para la persona que transita el dolor por la pérdida.

 

TIEMPOS DE ELABORACIÓN DEL DUELO

Dentro de los tiempos de elaboración del duelo hay un primer momento, donde frente a la pérdida la primera respuesta suele ser la negación. Para estar de duelo, en primer lugar se trata de aceptar que algo se ha perdido. En este sentido, es importante el lugar que ocupan los ritos funerarios y sepulturas en la cultura.

 

El segundo tiempo comprende un gran esfuerzo para el doliente, gasto de energía y tiempo. Contiene intensos sentimientos de enojo y dolor. 

 

El duelo duele y es necesario sentirse habilitado a expresar los sentimientos que lo acompañan.

Este movimiento desemboca en un tercer tiempo, con la aceptación de la pérdida e involucra un acto de transformación del dolor a través de la creación y la inspiración.

 

Si el duelo se detiene en algunos de estos tiempos de elaboración, provoca diversas manifestaciones clínicas. 

 

Empantanarse en alguno de estos tiempos, con tropiezos para avanzar y atravesarlo es lo que torna un duelo en patológico. 

 

DUELOS DETENIDOS

Diversos son los modos en que clínicamente se expresan los avatares de los duelos detenidos, coartados, entre ellos el humor depresivo, la inhibición, desgano, el desinterés generalizado. Estas manifestaciones si persisten en el tiempo le otorgan al duelo matices depresivos. Otras manifestaciones que pueden presentarse son trastornos alimentarios, adicciones y enfermedades psicosomáticas.

 

¿Qué hace que una reacción normal frente a una perdida advenga patológica y reclame una posible intervención?

Cada pérdida nos remite a otras pérdidas, entonces tendrá que ver la historia personal de cada persona, el vinculo con el objeto perdido y el tipo de personalidad. Es decir, como se inscribe esa pérdida en la trama de la historia de cada sujeto y el impacto en su subjetividad.

 

El duelo es la experiencia más extendida en el terreno humano desde su nacimiento, en tanto nos enfrentamos diariamente a situaciones de privación.

 

En épocas donde el imperativo es ser feliz y lo que predomina es la inmediatez, el desafío es no encubrir y apelar a soluciones mágicas sino transitar la tristeza.