Los niños suelen pasar mucho tiempo jugando al sol y eso los vuelve más propensos a sufrir quemaduras solares. Es importante comenzar la prevención de las quemaduras solares en los primeros años de vida ya que los efectos de las radiaciones ultravioletas se acumulan a lo largo de toda la vida.

La Dra. Ma. Gimena Castiglioni, Especialista en Dermatología, indica que los protectores solares se pueden usar a partir de los 6 meses de edad.  Además, se recomienda no exponer de manera directa al sol a los menores de 1 año de edad.

Una quemadura solar puede tener distintos grados de severidad: desde un enrojecimiento doloroso que mejora en 3 a 5 días, hasta lesiones más graves que pueden incluir fiebre, escalofríos, cefaleas, malestar, náuseas y hasta delirio. El cáncer de piel y el envejecimiento prematuro de la piel son las principales consecuencias que tiene la exposición solar persistente y sin la protección solar adecuada. La exposición solar es responsable de hasta el 90% de los cánceres de piel, afirma la SAP (Sociedad Argentina de Pediatría).

SOLO PROTECTOR SOLAR NO ES SUFICIENTE

El protector solar es una medida de protección, pero no es suficiente. No hay que confiarse del protector solar solamente. Es necesario, además, tomar otras medidas de protección como evitar el sol del mediodía, elegir estar a la sombra, usar gorros y remeras.

Lo recomendables es realizar todos los años, antes de que comience la temporada de calor, una consulta al dermatólogo para la elección de protector solar adecuado según al tipo de piel y al grado de exposición solar para cada persona.