17/09 - Interés para la salud

Los jóvenes y el consumo de drogas y alcohol

Los jóvenes generalmente no tienen un consumo regular de alcohol como los adultos, sino que el principal problema con ellos es que ingieren grandes cantidades de alcohol en muy poco tiempo, lo que los pone en riesgo de sufrir intoxicaciones agudas por alcohol.

 

Desde el Servicio de Hepatología Clínica indican que lo que más se ven en los jóvenes es el coma alcohólico. Este se produce porque consumen mucha cantidad de alcohol en pocas horas. También pueden hacer una hepatitis alcohólica que es la lesión aguda del hígado por la toxicidad directa  del alcohol. Otras complicaciones relacionadas al consumo excesivo esporádico de alcohol en adolescentes son las digestivas (gastritis aguda, Síndrome de Mallory-Weiss, que es el desgarro del esófago como consecuencia de los vómitos violentos, lesión potencialmente peligrosa) y las cardiovasculares (arritmias cardiacas, Accidente cerebro vascular  hemorrágico).

 

El Ministerio de Salud de la Nación indica que en la actualidad se han producido cambios en la modalidad de consumo de alcohol que se manifiestan en la disminución de la edad de inicio, promediando los trece años, con un mayor consumo en los fines de semana en un período corto de tiempo. Asimismo, se registra un aumento en el ingreso a las guardias por intoxicación alcohólica aguda y las complicaciones relacionadas.

 

 “En los pacientes jóvenes tenés la inmadurez, la inconciencia y la falta del miedo al riesgo, que hace que sea más difícil que entiendan las consecuencias del consumo excesivo de alcohol”, finalizan desde el Servicio de Hepatología Clínica.

 

¿QUÉ PASA CON EL CONSUMO DE DROGAS?

El consumo de drogas ilícitas puede producir fallas hepáticas agudas. Con la droga que más se observan problemas hepáticos es con el éxtasis, que puede causar desde una falla hepática a una hepatitis aguda fulminante, es decir que colapsa el hígado en forma aguda. 

 

Los fallos hepáticos agudos son idiosincráticos, es decir que no tiene nada que ver el tiempo ni la cantidad de consumo. Depende de la idiosincrasia del paciente y no de la concentración de la droga en la sangre.