Del lunes 13 al viernes 17 de mayo se celebra la “Semana Mundial del Parto Respetado“, que este año lleva como lema “El parto es respetado cuando vos podés elegir”. En este marco hablamos con la Dra. Elena Casal, Especialista Consultora en Obstetricia y Especialista Jerarquizada en Ginecología, para que nos cuente de qué se trata el “parto humanizado o respetado”.

Desde hace varios años se ha estado revalorizando la maternidad o la parición centrada en la mujer, en su niño y la familia. Lo que se busca es generar maternidades centradas en la familia. Para esto es necesario crear lugares donde la mujer pueda estar acompañada por quien ella elija, su esposo, su madre o quien ella quiera que la acompañe en su trabajo de parto.

En los embarazos de bajo riesgo el personal de salud está destinado a atender a las mujeres en el proceso de parición, acompañar y vigilar un proceso que es natural. Solo hay que intervenir si fuera necesario en cuestiones que tienen que ver con la salud de la madre o del bebé. Mientras las condiciones de salud maternas y fetales estén conservadas nosotros acompañamos vigilando, reconfortando a la mujer en un proceso que es fisiológico.

La mayoría de las veces se da un parto natural sin mayores complicaciones, otras veces puede resultar en una cesárea o puede aparecer alguna complicación en la salud de la madre o del bebé, pero son circunstancias que los médicos tratan de reducir a la mínima expresión posible.

Obviamente cuando hay alguna situación que pone en riesgo la salud de la madre o del bebé se interviene de distintas maneras para que el resultado obstétrico perinatal sea el que se espera: devolverle a la familia una madre sana con un niño sano.

Durante el trabajo de parto siempre se controla la vitalidad del bebé (las contracciones y la respuesta del bebé a las contracciones) con la monitorización de los latidos. A veces se hace monitorización continua y otras intermitente, es decir que se escuchan los latidos del bebé y se los relaciona con las contracciones. También se controla la tensión arterial de la madre, y si requiriera algún otro tipo de control especial, como por ejemplo las tomas de glucemia, también se le realizan.

Parto respetado significa acompañar lo que la naturaleza genera en esa mujer que está próxima a parir. Salvo que haya alguna indicación especial, se deja libremente que la mujer se conecte con ese momento y que ella misma elija la posición, el cómo y de qué manera va a tener su parto.

 

Salvo que haya una indicación especial que tenga que ver con la salud de la madre o del niño, la madre puede deambular por el lugar en el que ha elegido parir. Puede sentarse, acostarse, ponerse en cuclillas, incluso puede beber y comer alimentos livianos mientras dure el trabajo de parto. Además, puede comenzar a pujar cuando ella tenga esa necesidad.

La Dra. Casal resalta la importancia de que, por más que se intervenga lo menos posible, el parto sea en una institución porque cuando hay alguna complicación, que afortunadamente son infrecuentes, el tiempo de resolverlas es poco, sobre todo con lo que tiene que ver con la salud del bebé.