08/06 - Interés para la salud

¿Qué es la Uroginecología?

La Uroginecología es la rama de la Urología que estudia los trastornos genitourinarios de la mujer. Las dos patologías más importantes y que más se observan en el consultorio son la incontinencia urinaria y el prolapso.

 

Desde el Servicio de Urología explicaron que hay dos tipos de incontinencia urinaria. La incontinencia urinaria de urgencia, que abarca a las pacientes que tienen deseo imperioso de orinar, no llegan al baño y van teniendo pérdidas en el camino. Después está en la incontinencia urinaria de esfuerzo que se da cuando la paciente tose, estornuda, se ríe, hasta los casos más graves  que se dan solo al levantarse de la silla o al caminar. 

 

A veces se da una incontinencia mixta, es decir que están presentes los dos tipos de incontinencia.

 

Es importante remarcar que tanto la incontinencia de orina como el prolapso tienen tratamiento. Para ello hay que realizar una serie de estudios simples para arribar a un diagnóstico certero.

 

En ciertos casos, pueden obtenerse buenos resultados con ejercicios musculares y técnicas kinésicas.

 

La incontinencia urinaria de urgencia generalmente se trata con medicación, en cambio, para las pacientes que tienen incontinencia de esfuerzo el tratamiento es por lo general quirúrgico. 

 

La cirugía para tratar la incontinencia de esfuerzo consiste en la colocación de una cintilla que se llama Sling. El abordaje se hace por vía vaginal con una incisión de 2 cm y se coloca la cintilla como un cabestrillo por debajo de la uretra. De modo que, cuando hay un aumento de la presión intraabdominal, como puede ser al toser o al estornudar, sirve de apoyo para evitar que se escape la orina. Esta es la técnica que tiene mejores resultados para la incontinencia de esfuerzo. Tiene una tasa de éxito superior al 80%.

 

Ambas incontinencias están causadas por un aflojamiento de los ligamentos que sirven de sostén a los órganos del piso pelviano.  El factor de riesgo principal es el parto vaginal. 

 

El prolapso es la salida a través de la vagina, de distintos órganos internos que normalmente no se exteriorizan, tales como la vejiga, recto, útero, etc.; que la paciente nota como bulto al higienizarse, y si bien no conlleva gravedad, es muy molesto para la paciente ya que altera su calidad de vida.

 

Los factores de riesgo son el embarazo, trabajo de parto, episiotomía, cantidad de partos y menopausia. También otras actividades que impliquen el aumento de la presión intraabdominal, como la tos crónica, estreñimiento crónico, etc.

 

El  tratamiento va desde ejercicios de los músculos del piso pelviano, hasta la cirugía, la mayoría con técnicas vaginales y poco invasivas. Muchas veces reforzando los propios tejidos de la paciente y otras veces, en casos más graves, con la colocación de mallas.