14/02 - Interés para la salud

¿Qué órganos se pueden operar?

La cirugía laparoscópica tiene una ventaja generalizada que aplica a todos los pacientes que se operen de la patología que sea por vía laparoscópica, que es el acceso mínimamente invasivo. Es decir, a través de aperturas muy pequeñas en el abdomen, que van entre 1 y 2 cm, se inserta el instrumental específico para poder trabajar en el abdomen y hacer las mismas cirugías que antes se hacían abriendo la barriga. 

 

La laparoscopía ha avanzado mucho y hoy en día es el procedimiento estándar elegido por el Servicio de Hepato biliar pancreático.

 

ÓRGANOS QUE SE PUEDEN OPERAR

Se hacen operaciones de vesícula, operaciones en el conducto biliar (que se llama hepatocolédoco) donde a veces hay enfermedades como la presencia de cálculos (piedras).  Se puede operar sobre el canal biliar y extraer las piedras por vía laparoscópica, con instrumentales y procedimientos técnicos específicos. También se opera en la vía biliar enfermedades propias como quistes en el colédoco, esto es una dilatación importante, como si el conducto estuviera inflado congénitamente y eso les trae problemas a los pacientes. En la vía biliar, estas son las dos enfermedades más comunes que se operan por laparoscopía.

 

El páncreas, que es un órgano sólido y está profundo en la cavidad abdominal, también se beneficia de la laparoscopía. Desde el punto de vista de su forma y patología lo dividimos en su mitad izquierda y derecha. Por laparoscopía se operan tumores, quistes, y se puede hacer extirpación del páncreas de su mitad izquierda o de su mitad derecha. Antes, para poder acceder a ese lugar había que hacer un tajo importante en la barriga. En cambio, hoy en día se realiza la extirpación de tumores y tratamientos de quistes por laparoscopía. 

 

También por vía laparoscópica se puede extirpar el bazo, que es un órgano relacionado con la actividad de la sangre y de los ganglios linfáticos. A veces se saca el bazo de forma independiente, o conjuntamente con la mitad izquierda del páncreas. 

 

El gran avance en laparoscopía es el hígado. Este es un órgano muy complejo en su anatomía, es voluminoso, es sólido, está ricamente vascularizado (le entran venas y arterias, sale el conducto biliar, y salen venas que van al corazón). La cirugía de hígado poco a poco se ha estandarizado y la mayor parte se puede hacer por laparoscopía.  

 

Se pueden extirpar por laparoscopía sectores pequeños, medianos o más voluminosos del hígado. Todo esto es de una mayor complejidad que la cirugía laparoscópica estándar, y la hace solamente el especialista y no cualquier cirujano, ya que requiere, además de la experiencia de haber hecho esta cirugía de forma abierta tradicional, fundamentalmente de tecnología. No es una cirugía que se pueda hacer sin la tecnología moderna más refinada con la que se abrevia la complejidad, y lo más importante, es que se le da seguridad al paciente. 

 

TRASPLANTE HEPÁTICO

En este caso la laparoscopía no aplica porque un trasplante consiste en sacar un órgano muy enfermo, que está muy vascularizado y que puede dar motivo a una disección muy compleja, y poner en su lugar un órgano nuevo que se le saca a un cadáver. 

 

Lo que sí se puede realizar por laparoscopía es el trasplante con donante vivo relacionado pediátrico.  Esto significa que se saca un segmento pequeño del hígado de un donante, que suelen ser el papa o la mamá del paciente, y se coloca a un receptor pediátrico que suele ser muy pequeño, no mayor de 10 kilos.  Si la ablación del órgano se hace por laparoscopía se le da al donante –que es una persona sana –  el beneficio de no agredirlo con una incisión grande.

 

TRAYECTORIA

Desde el Servicio de Hepato biliar pancreático resaltan que en Clínica Pueyrredon se realiza la cirugía hepato pancreato biliar laparoscópica desde hace casi 10 años. Con resultados equiparables a los mejores centros nacionales e internacionales.

 

Clínica Pueyrredon cuenta con el personal idóneo para realizar estas cirugías de manera segura, y con el instrumental y la tecnología de punta que estos procedimientos requieren para tener la mejor resolución para el paciente. 

 

RECUPERACIÓN

La recuperación para los pacientes en general, salvo mediar circunstancias específicas, es la recuperación de la cirugía laparoscópica, por lo que trae beneficios totales. Naturalmente estos son pacientes a quienes se les tratan enfermedades serias, complejas, por lo tanto, la recuperación de la laparoscopía es un poquito más prolongada que la operación laparoscópica de una vesícula, apéndice o hernia. Pero la mayor parte de las veces, reduce el dolor postoperatorio, disminuye el tiempo de estadía en la clínica, y la reinserción a la actividad habitual del paciente –tanto en lo laboral como social– es mucho más acelerada.