El consumo de psicofármacos ha aumentado notablemente durante la pandemia, según indican las estadísticas de la Confederación Farmacéutica Argentina. 

El Dr. Juan Insfran, médico especializado en Psiquiatría, del Servicio de Psiquiatría y Psicología Médica de Clínica Pueyrredon, explica qué nos sucede y cuáles son las consecuencias de la automedicación.

En agosto de 2021 se cumplieron 500 días desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a pandemia por COVID-19 y se instauraron diferentes cuarentenas. El notable aumento en el consumo de psicofármacos refleja el estado de estrés emocional, el malestar psicológico y problemas de salud mental que buscan ser aliviados con ansiolíticos, antidepresivos, y otros fármacos psicoactivos. 

El Dr. Insfran explica que “muchas personas han iniciado la toma de este tipo de medicación durante la pandemia, otras  aumentaron un consumo que ya venían haciendo. No siempre en sucede que este consumo de fármacos se dé en el marco de un tratamiento.”

Ante estas situaciones, Juan Insfran hace hincapié en recordar que “es esperable experimentar ansiedad, alteraciones del ánimo y dificultades para dormir, en situaciones de estrés. Esto no significa necesariamente que se padezca un trastorno psiquiátrico”. Es imprescindible la consulta con un profesional de la  salud mental, quien se encargara de evaluar, diagnosticar e indicar el tratamiento que fuera necesario. “Nunca será aconsejable la automedicación, por los riesgos que conlleva” enfatizó el Dr. Insfran.

A su vez, es importante recordar que hay posibilidades terapéuticas eficaces para el alivio de la ansiedad, sobre todo cuando es leve, no siendo exclusivamente farmacológicas.

Debemos estar atentos a nosotros mismos sabiendo que existe la asistencia adecuada para las distintas problemáticas de salud mental que pueden surgir en estos tiempos que nos ha tocado vivir.