Síndrome de Burnout o quemado: cuidar a los que cuidan
Desde el Servicio de Psicología explican que el Síndrome de Burnout o quemado es el resultado de un prolongado estrés laboral que afecta principalmente a personas cuya profesión implica tener una relación con otros en la cual la ayuda y el apoyo ante los problemas es el eje central del trabajo. Suele afectar principalmente a trabajadores de la salud y del ámbito educacional.
A su vez, este síndrome se asocia al marco histórico y político económico. Los cambios en las condiciones del trabajo en la actualidad, la sobrecarga laboral, la escasez de recursos y la amenaza por juicios de mala praxis también inciden directamente.
El trastorno es consecuencia de un estrés laboral crónico y se caracteriza por un estado de agotamiento emocional, una actitud distante frente al trabajo y una sensación de ineficacia y de no hacer adecuadamente las tareas. A esto se suma la pérdida de habilidades para la comunicación.
SÍNTOMAS
Entre los signos y síntomas de agotamiento se destacan:
– La alienación de las actividades relacionadas con el trabajo, las personas que experimentan agotamiento ven sus trabajos cada vez mas estresante y frustrantes.
– El estrés crónico puede provocar síntomas físicos, como dolores de cabeza o de estómago.
– Agotamiento emocional, las personas se sientan agotadas, incapaces de hacer frente a sus tareas, cansadas y, como síntoma principal, tienen dificultad para poder pensar y concentrarse, carecen de creatividad.
LAS TRES FASES DEL BURNOUT
– Cansancio emocional: es el agotamiento por sentirse sobrepasado por los recursos personales (“No doy más”).
– Despersonalización: se va perdiendo la empatía y motivación como defensa para protegerse de sentimientos de impotencia, indefensión y desesperanza.
– La no realización personal: ya no se siente realizado en su trabajo.
FACTORES DE PREVENCIÓN DEL DESGASTE LABORAL
– Lograr óptimas condiciones materiales y de medio ambiente en el trabajo.
– Reuniones de equipo y de reflexión.
– Buena comunicación entre los equipos.
– Capacitación y formación continua.
– Trabajo en red.
Los buenos hábitos de alimentación y de ejercicio físico, así como actividades de relajación y esparcimiento son necesarios para un mejor cuidado y protección.
Aunque el termino burnout fue acuñado por primera vez en 1974 por Freudenberger, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido recientemente de manera oficial al síndrome de estar quemado o de desgaste profesional como enfermedad.
El síndrome de burnout tiene una elevada prevalencia, por lo tanto, su identificación temprana y oportuna y la implementación de programas de prevención son fundamentales para trabajar en el cuidado de los que cuidan.