Como todos sabemos, una de las medidas más recomendadas para prevenir la COVID-19 es el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO). Particularmente las personas adultas mayores constituyen uno de los grupos considerados de mayor vulnerabilidad y por lo tanto el cumplimiento del ASPO resulta esencial.  

La Lic. en Terapia Ocupacional María Laura Logullo resalta que las personas mayores a través de su participación en actividades sociales, comunitarias, culturales, educativas, recreativas y físicas se proveen de fuentes de estimulación cognitiva que optimizan y potencian un funcionamiento cognitivo eficaz. La suspensión sostenida en el tiempo de las diversas y diferentes actividades puede impactar de manera negativa en la rutina cotidiana y modificar algunas de las áreas de desempeño y sus componentes. 

Una de los componentes afectados es, sin dudas, el componente cognitivo que en algunas personas se puede presentar como falta de iniciativa, enlentecimiento en el desarrollo de actividades rutinarias, desorganización en actividades simples y complejas, pérdida de motivación, modificación en el desempeño de las actividades de la vida diaria, entre otros. 

Aportes recientes dan cuenta de la necesidad de brindar herramientas de acompañamiento y asesoramiento a las personas adultas mayores para transitar el ASPO y minimizar los cambios cognitivos. 

Algunas de las herramientas con cuentan con mayor consenso son:

• Consultar solo información oficial de organismos de salud, para tener conocimiento sobre los aspectos de cuidado y prevención de la pandemia y del covid-19.
• Procurar evitar el consumo excesivo de noticias, así como la reproducción de información falsa y/o tendenciosa.
• Mantenimiento de una rutina de cuidado personal: La misma incluye: 

• Dieta saludable: incluir alimentos de las dietas sugeridas por su profesional de confianza.
• Descanso adecuado: evitar el exceso en el descanso o la falta del mismo, estableciendo horas para levantarse y acostarse.
• Aseo y arreglo personal: mantener un adecuado arreglo con cambios de prendas de acuerdo al momento del día. 
• Actividad física supervisada y acorde a la edad y posibilidades.
• Desafíos intelectuales diarios: aprender algo nuevo, complejizar alguna tarea conocida, realizar una actividad por primera vez, investigar sobre alguna temática de interés, leer textos que impliquen un mayor requerimiento intelectual, juegos de mesa que involucren funciones tales como planificación, estrategias, programación, memoria operativa y creatividad (ajedrez, juego con palabras, algunos juegos en pc o para celular son ejemplos válidos).
• Mantener contacto social con familiares, amigos, vecinos de manera telefónica o virtual.
• Solicitar ayuda tanto emocional como instrumental (realizar algún trámite, compras, pagos, etc.)

Finalmente, y como invitación, se recomienda intentar considerar este tiempo como una oportunidad para recrear estrategias de afrontamiento positivas y adaptativas, emprendiendo actividades, ocupaciones y nuevos intereses que colaboren a transitar éste momento tan particular de la mejor manera posible.