Los protectores gástricos, como por ejemplo el omeprazol, son medicamentos seguros, que no tienen prácticamente efectos secundarios y mejoran muchos síntomas. Desde el Servicio de Gastroenterología y Endoscopia resaltan que no está mal que se utilicen siempre y cuando los pacientes hayan realizado una evaluación previa con un especialista. 

Generalmente, luego de la evaluación a los pacientes que tienen dispepsia se les indican tratamientos con protectores gástricos para que manejen según necesidad para calmar los síntomas. Pero primero hay que descartar cualquier tipo de complicación o enfermedad importante.

Los especialistas resaltan que un dolor en la boca del estómago o epigastrio recurrente en personas a partir de 40 o 45 años merece que se realice un estudio por más que parezca algo totalmente banal, porque hay enfermedades graves que no dan síntomas importantes. Además, se puede evaluar la detección de lesiones neoplásicas, que son metaplasias o inflamaciones avanzadas del estómago que pueden predisponer a tener un tumor el día de mañana.

CONSECUENCIAS DEL USO CRÓNICO

Muchas personas mayores que toman varios medicamentos también toman protectores gástricos de forma preventiva. Pero se ha visto que en las personas que los toman durante dos o más años de forma consecutiva puede aparecer algún riesgo de efecto adverso. Los problemas principales que pueden aparecer son algún trastorno en la absorción del calcio y la vitamina D, predisponiendo a la osteoporosis. Esto es más grave en la mujer que ya tiene una predisposición hormonal a padecer esta enfermedad. Además, en las personas de edad muy avanzada que tienen poca movilidad o están postrados, al usar mucho tiempo protectores gástricos pueden aparecer bacterias que no deberían estar en el estómago. Esto traer como consecuencia que al tener algunos episodios de regurgitación o micro aspiración crónica propia de la edad los predispone a tener más neumonías aspirativas. 

Otro riesgo que puede ocasionar es el de desarrollar pólipos en el estómago.